Muchas veces esperamos para empezar. Sabemos lo que queremos pero nos falta algo en la ecuación, tiempo, dinero, quien me acompañe, los conocimientos, instrumentos… Aprender un idioma, a bailar, a viajar, montar mi negocio… y tantos otros proyectos se quedan en la sala de espera indefinidamente.
Pero si te lo paras a pensar rara es la vez que lo tienes todo. Entonces, ¿por qué esperar?
Pon tu ilusión, algo de paciencia y los medios a tu alcance.
Y deja que tu ingenio resuelva el resto.
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