Tu cabeza es genial. Te ayuda continuamente a tomar decisiones prácticas. Cuando el sentido común habla lo tienes claro.
Pero..¿te has encontrado alguna vez dándole vueltas a un tema sin llegar a ninguna conclusión?
¿Qué estudios elijo?, ¿Sigo en este trabajo o lo dejo?, Estoy molesto con alguien… ¿se lo digo?,
¿Cómo digo que no si sé que se va a molestar?
Intentas razonar, analizar los pros y los contras de cada alternativa, te adelantas a las consecuencias y sólo consigues sentirte inquieto, estar de mal humor y dormir mal.
Puede que la que tienes delante sea una de esas decisiones que no se toman con la cabeza, sino con tus emociones.
Sé sincero contigo mismo. Si sientes el QUÉ tu cabeza te ayudará a encontrar el CÓMO.
Imagen propiedad de Alberto Montt
Deja una respuesta